LA JUSTICIA Y “EL PROCESO” DE Franz
Kafka
“JUSTICIA”... cuánto hemos ahondado en torno a este tema
en la clase, y me preguntaba será que la hemos visto reflejada en la
literatura, será que la justicia en realidad permea en nuestros sistemas;
porque si percepción es realidad entonces veamos si en un ejemplo podemos ver
si el sistema se reconoce como “justo”, y si nuestra legalidad es “justicia”.
Para lograr ese cometido, que mejor que volcarnos a los
clásicos, a esos libros que son representativos de la humanidad y que nunca
pierden su vigencia.
“El Proceso”, es una novela inconclusa del autor, que ha
sido recogida como una las principales obras de la literatura.
En resumen podemos apuntar que la novela comienza con el
arresto del mismo autor, por un motivo que le es desconocido, que lo sume en
una retorcida e incomprensible secuencia de eventos con el solo fin de
defenderse de aquello que desconoce. Circunstancia que más allá de sonar
extraña, nos hace rememorar la vida cotidiana y aquello en lo que se han
convertido en una constante en nuestro país.
Esta obra de forma pura nos muestra la realidad de la
justicia, la forma en que se ha vuelto una cuestión verdaderamente inaccesible,
evidencia como el proceso judicial en que se sume al protagonista es una
cuestión que trastoca su vida y lo orilla a recibir ayuda de buenos
bienintencionados e impotentes, igual que el mismo ante la complejidad y lo
absurdo del sistema o del mismo proceso.
Destaca la oscuridad que maneja el autor en torno a un
proceso que en inicio es público, común de conocimiento para todos, y que sin
embargo en la práctica es oscuro, poco claro. La intransigencia de aquellos que
aplican la ley que restringen los derechos de aquel que está sujeto al proceso,
aquel que sin saberlo es acusado por un mismo sistema que lo envuelve
Demuestra los recovecos del poder, y la indefensión en que
se deja a los procesados, en un acto que refleja su inconformidad con el
sistema es el mismo autor, acusado, quien emprende su propia defensa.
La historia a que se hace referencia del hombre ante la
ley, que ejemplifica la impotencia ante la ley, y la intransigencia de aquellos
que tienen el poder, aquellos que detentan y deciden sobre su aplicación.
El asunto concluye de una forma algo fúnebre, con el
acusado asumiendo la culpa solo para librarse del proceso, que se vuelve en si
la tortura, reconociendo con ello una culpa que en un principio no era suya.
Destaca entre los personajes el papel del fiscal, que se
vuelve una figura tan cuestionable, como real puede llegar a aparecer en
nuestra vida real.
También hace referencia la novela al continuo cambio que
ha sufrido la sociedad, liberándose, dejando solos a sus individuos, la
modernidad que desvincula a la sociedad, en la que el hombre está solo.
No sorprende la presencia de una universalidad de personajes,
que retratan a una parte importante de la sociedad, que buscan un provecho, que
se aprovechan de la situación, que atacan psicológicamente, la muestra exacta
de cinismo y decadencia.
Se retrata una maquinaria judicial burocratizada,
hermética, prepotente e intransigente, que discrimina, déspota, nada que
extrañe, o que resulte ajeno a nuestra realidad, pese al tiempo importante de
tiempo que ha transcurrido.
De cierta forma, se reflejan la costumbre al parecer
histórica del nepotismo que impera y que siempre ha permeado en el poder
judicial.
Me sorprende la fuerza de la obra, y entiendo el porqué de
su trascendencia en el mundo literario, su amplia carga social, psicológica,
que no se limita a retratar el proceso gráficamente, vemos el proceso, la ley,
la justicia, el derecho, inmerso en una maraña de materias socio culturales,
políticas, de poder, de fuerza, de enredo psicológico, que es en realidad una
parte inseparable del derecho como producto de la sociedad.
En su lógica, en la fuerza de su crítica, y en la crudeza
de la obra, reconozco la grandeza de su comprensión de la ley, del derecho, de
la sociedad, porque relaciona todos los elementos, en una circunstancia
coherente, que llena la obra de veracidad, y de trascendencia, algo que ni el
tiempo ha cambiado, tristemente.
Si bien, es una fuerte crítica, creo que es una obra que
nos lleva a pensar más allá, a ver lo que está mal, a mejorar a identificar
nuestros problemas, de forma crítica, y formular las teorías y esquemas que den
lugar al verdadero cambio y desarrollo de la sociedad.
Como podemos ver, en el proceso, en la ley, en el mismo
sistema no hay justicia... legalidad no es justicia, la justicia es algo más un
valor una ilusión, un objetivo más esquivo que no se alcanza con la simple
legalidad y la inclusión en los textos legales... o el “reconocimiento” por los
sistemas jurídicos.