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lunes, 22 de octubre de 2012

A manera de cuento... ante mi poca creatividad: LA JUSTICIA Y “EL PROCESO” DE Franz Kafka


LA JUSTICIA Y “EL PROCESO” DE Franz Kafka


“JUSTICIA”... cuánto hemos ahondado en torno a este tema en la clase, y me preguntaba será que la hemos visto reflejada en la literatura, será que la justicia en realidad permea en nuestros sistemas; porque si percepción es realidad entonces veamos si en un ejemplo podemos ver si el sistema se reconoce como “justo”, y si nuestra legalidad es “justicia”.

Para lograr ese cometido, que mejor que volcarnos a los clásicos, a esos libros que son representativos de la humanidad y que nunca pierden su vigencia.

“El Proceso”, es una novela inconclusa del autor, que ha sido recogida como una las principales obras de la literatura.

En resumen podemos apuntar que la novela comienza con el arresto del mismo autor, por un motivo que le es desconocido, que lo sume en una retorcida e incomprensible secuencia de eventos con el solo fin de defenderse de aquello que desconoce. Circunstancia que más allá de sonar extraña, nos hace rememorar la vida cotidiana y aquello en lo que se han convertido en una constante en nuestro país.

Esta obra de forma pura nos muestra la realidad de la justicia, la forma en que se ha vuelto una cuestión verdaderamente inaccesible, evidencia como el proceso judicial en que se sume al protagonista es una cuestión que trastoca su vida y lo orilla a recibir ayuda de buenos bienintencionados e impotentes, igual que el mismo ante la complejidad y lo absurdo del sistema o del mismo proceso.

Destaca la oscuridad que maneja el autor en torno a un proceso que en inicio es público, común de conocimiento para todos, y que sin embargo en la práctica es oscuro, poco claro. La intransigencia de aquellos que aplican la ley que restringen los derechos de aquel que está sujeto al proceso, aquel que sin saberlo es acusado por un mismo sistema que lo envuelve

Demuestra los recovecos del poder, y la indefensión en que se deja a los procesados, en un acto que refleja su inconformidad con el sistema es el mismo autor, acusado, quien emprende su propia defensa.

La historia a que se hace referencia del hombre ante la ley, que ejemplifica la impotencia ante la ley, y la intransigencia de aquellos que tienen el poder, aquellos que detentan y deciden sobre su aplicación.

El asunto concluye de una forma algo fúnebre, con el acusado asumiendo la culpa solo para librarse del proceso, que se vuelve en si la tortura, reconociendo con ello una culpa que en un principio no era suya.

Destaca entre los personajes el papel del fiscal, que se vuelve una figura tan cuestionable, como real puede llegar a aparecer en nuestra vida real.

También hace referencia la novela al continuo cambio que ha sufrido la sociedad, liberándose, dejando solos a sus individuos, la modernidad que desvincula a la sociedad, en la que el hombre está solo.
No sorprende la presencia de una universalidad de personajes, que retratan a una parte importante de la sociedad, que buscan un provecho, que se aprovechan de la situación, que atacan psicológicamente, la muestra exacta de cinismo y decadencia.

Se retrata una maquinaria judicial burocratizada, hermética, prepotente e intransigente, que discrimina, déspota, nada que extrañe, o que resulte ajeno a nuestra realidad, pese al tiempo importante de tiempo que ha transcurrido.

De cierta forma, se reflejan la costumbre al parecer histórica del nepotismo que impera y que siempre ha permeado en el poder judicial.

Me sorprende la fuerza de la obra, y entiendo el porqué de su trascendencia en el mundo literario, su amplia carga social, psicológica, que no se limita a retratar el proceso gráficamente, vemos el proceso, la ley, la justicia, el derecho, inmerso en una maraña de materias socio culturales, políticas, de poder, de fuerza, de enredo psicológico, que es en realidad una parte inseparable del derecho como producto de la sociedad.

En su lógica, en la fuerza de su crítica, y en la crudeza de la obra, reconozco la grandeza de su comprensión de la ley, del derecho, de la sociedad, porque relaciona todos los elementos, en una circunstancia coherente, que llena la obra de veracidad, y de trascendencia, algo que ni el tiempo ha cambiado, tristemente.

Si bien, es una fuerte crítica, creo que es una obra que nos lleva a pensar más allá, a ver lo que está mal, a mejorar a identificar nuestros problemas, de forma crítica, y formular las teorías y esquemas que den lugar al verdadero cambio y desarrollo de la sociedad.

Como podemos ver, en el proceso, en la ley, en el mismo sistema no hay justicia... legalidad no es justicia, la justicia es algo más un valor una ilusión, un objetivo más esquivo que no se alcanza con la simple legalidad y la inclusión en los textos legales... o el “reconocimiento” por los sistemas jurídicos.

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